La publicación digital del motociclismo
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El verano se asocia al buen tiempo (¡a veces demasiado bueno!) y a las vacaciones. Hay una canción refrescante del grupo italiano Lúnapop titulada Vespa 50 Special que refleja las vibraciones del estate (como los italianos le llaman al verano). Quizá en vacaciones podremos por fin hacer nuestro viaje soñado en moto, ya de unos pocos cientos de km, hasta el Cabo Norte o a las profundidades del continente africano.
El asfalto siempre está durísimo pero es que además en verano puede que lo encontremos a 50 grados de temperatura, por tanto, es tan importante (o más) que en invierno el ir protegido. El pasado domingo venía de fuera de Madrid y en la M30 vi a una chica en una custom, con pantalón corto y chanclas... No soy mucho de prohibir o de obligar, pero ir de esa guisa en moto me parece más peligroso que rodar a 160 km/h por una autopista con indumentaria de motorista adecuada para el verano.
La moto tiene muchas ventajas y también algunos inconvenientes. En el lado negativo está que, incluso cuando hay 40 grados a la sombra, debemos ir con calzado apropiado, pantalón largo, chaqueta, guantes y casco (a ser posible integral que todavía no he visto a nadie en el Mundial de Velocidad con un jet). Si en verano se pasa calor, vestido de romano la cosa se complica… Pero no todo está perdido, vamos a hablar de algunos trucos que te ayudarán a ganarle la partida al astro rey que, no en vano, es unas 109 veces más grande que nuestro planeta y está bastante más caliente...
No te descubrimos nada si te decimos que no es buena idea llevar en agosto la chaqueta de invierno con Gore-Tex y forro térmico montado... El tener equipamiento para el frío y el calor nos obliga a aumentar un poco el presupuesto pero ¡la alternativa sale mucho más cara! Existen chaquetas y guantes de verano suficientemente buenas que no son caras, y si tu presupuesto es ajustado, la segunda mano puede ser una buena solución.
La inmensa mayoría de los cascos cuentan con sistemas de ventilación, ¡no te olvides de abrir las entradas para que circule el aire! Comprueba que no están obstruidas por suciedad o insectos. Siguiendo con el casco, por muy chulo que quede uno totalmente negro, en verano se pondrá al dente, mucho mejor usar uno blanco (además te verán mejor). El gran César Agüí (QEPD) tenía un truco que puede parecer banal, hasta que lo pruebas… Una pantalla oscura te da una sensación de frescor adicional al no sentir que el resplandor del Sol te quema hasta las pestañas.
Si te vas de vacaciones en moto, saca partido a las primeras y últimas horas del día. En los momentos más calurosos de la jornada aprovecha para comer y descansar. Por supuesto, hidrátate al máximo y lleva en la moto al menos una botella de un litro y medio (o cantimplora) que irás rellenando de parada en parada, ya sea en una gasolinera o cafetería. Evita como el pecado beber bebidas alcohólicas y café. Una vez que llegues al destino podrás soltarte la coleta y entonces la rubia(s) las disfrutarás más que nunca. Las comidas fuertes son desaconsejables, una buena ensalada, fruta, y agua y más agua. Ya te resarcirás a la cena… aunque tampoco es bueno pasarse por la noche.
Si a ti se te calienta hasta el carnet de identidad, a la moto y al asfalto les sucede algo parecido. Trata el propulsor con cariño y no olvides que el pavimento puede llegar hasta a derretirse un poco con los excesos de temperatura.
El cuello es una de las zonas más desprotegidas. Ya los sabían los vaqueros del Oeste, un pañuelo da mucho juego, protege del exterior (insectos) y humedecido con agua da una agradable sensación de frescor. En el mercado hay chalecos refrigerantes que llevan agua en su interior, lo que ayuda a reducir la temperatura corporal. ¿Has visto a los pilotos de MotoGP en la parrilla de salida con una tolla húmeda alrededor del cuello o sobre la cabeza? Pues esa es la idea.
Los detalles son importantes. Prendas interiores transpirables, de secado rápido y que absorban la humedad nos permitirán disfrutar más de nuestro viaje durante la canícula. ¡Hay quien deja al ropa interior en la nevera la noche anterior para así tenerla fresquita! Puede que algunas partes del cuerpo se encojan pero, ya sabes, ¡el tamaño no importa!
Haz descansos frecuentes. Si notas el menor síntoma de mareo, detente. Un golpe de calor puede ser peligroso. Quítate el casco y ponte el pañuelo mojado por encima de la cabeza (mejor una toalla). Bebe una botella de agua fría y da al cuerpo tiempo para que se recupere.
Rodar muy deprisa te obligará a aumentar la concentración y el esfuerzo físico. Relájate, si has decidido pasar las vacaciones en moto significa que no tienes prisa. Nos pasamos la vida corriendo, con la lengua fuera. Disfruta del placer de la lentitud. Lo importante es el viaje y no el destino.
No solo deberás parar a menudo parar descansar e hidratarte, sino que conviene hacerlo a la sombra. Así bajará tu temperatura y también la de tu montura. Los excesivos calores afectan de manera negativa a la moto: el asiento se pone al rojo vivo, al igual que los plásticos y la pintura.
La improvisación puede ser divertida pero quizá no es la mejor estrategia cuando se rueda a 40 grados a la sombra. Ten una hoja de ruta con lo que vas a hacer durante el día. Si ruedas por un área poco transitada, asegúrate de que no estás demasiado lejos de una gasolinera o una zona de descanso.
Estos consejos consisten en utilizar el sentido común que no siempre guía las acciones del ser humano. Disfruta del verano, rueda en moto y cuida tu cuerpo y tu montura. Así vivirás una aventura inolvidable y eso es lo más importante que nos brinda la vida: experiencias.
Tras estudiar periodismo e inglés, en los 80 me publicaron una entrevista con Kenny Roberts y desde entonces estoy en este mundo. Dispuesto a aprender hasta la caída de la bandera ajedrezada.
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