La publicación digital del motociclismo
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28/12/2023
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El espantapájaros siempre ha tenido un aura algo misteriosa y terrorífica, algo similar a lo que ocurre con los maniquíes. Ambos tienen apariencia humana sin serlo pero a veces los miramos por el rabillo del ojo por temor a que se muevan y, de alguna manera, cobren vida. No solo espantan a los pájaros sino que esos muñecos que parecen estar crucificados, a veces también nos causan algún estremecimiento que otro.
No sabemos si Vytautas Alekna eligió el nombre de Scarecrow-2 (en inglés espantapájaros literalmente es asusta cuervos) por esta razón pero lo cierto es que su moto da un poquito de canguelo. A no ser por el conocido motor, el tetracilíndrico acostado que los sajones bautizaron como el ladrillo volador, pocos sabrían que el espantapájaros comenzó su vida como una BMW K1100LT.
El artesano lituano Vytautas Alekna heredó la afición de su padre, un ávido motociclista, aunque solo mucho más tarde comenzó a trabajar en el mundo de las preparaciones. Se hizo amigo del especialista Mindaugas Silgalis, al que empezó a ayudar en distintos proyectos con base Harley-Davidson. Más tarde, a ambos se les ocurrió personalizar una BMW K1100LT.
“Mi padre había comprado una K1100LT de 1993 que me regaló en 2020 por mi cumpleaños. Al principio, mi idea era hacer una sencilla transformación, mientras que mi padre quería que la dejase tal cual, para poder rodar juntos. Pero quería mostrarle qué es lo que se puede hacer con un poco de ingeniería”, explicó Vytautas.
El joven lituano trabajó tres años en el proyecto. Mindaugas hizo la mayoría de las piezas, mientras que el diseño correspondió a Vytautas y a su padre. A pesar de la estética tan particular, uno de los objetivos fue conseguir una moto que fuese sobre todo funcional.
La moto tenía 30 años por lo que se utilizaron piezas de modelos más modernos para mejorar el conjunto. Las ruedas son de R18 y R1200C, mientras que los frenos están firmados por Brembo. El embrague es de accionamiento hidráulico, además se trabajó en la caja de cambio, motor y cardan.
El depósito, la pieza más llamativa de esta personalización que han publicado los compañeros de returnofthecaferacers.com, da la impresión de ser un mosaico construido por una mente calenturienta. Antes de crear el original primero se hizo una copia en cartón. Vytautas se tiró un mes cortando los trozos a partir de una plancha de aluminio de 2 mm. Para construir el escape se empleó un método similar.
“Los cárteres permiten ver las interioridades del motor. No suele ser habitual ver en acción al cigüeñal o las válvulas. La moto va muy bien, comparada con el modelo original, es más compacta y ligera. ¡Antes ni siquiera era capaz de ponerle el caballete!”, concluyó Vytautas Alekna.
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