BMW HP2 vs KTM Super Enduro 950R: Locura en el Erzberg

Entre 2005 y 2007 hubo una espectacular lucha entre BMW y KTM por tener la bicilíndrica más potente, rápida y efectiva del mercado. En su propio campo de batalla la HP2 y la 950 Super Enduro se enfrentaban cada año en la prólogo del Erzbergrodeo pilotadas por los mejores pilotos del momento.

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Autor:
Jorge Torrecillas
Foto:
KTM / BMW
Publicado el 11/07/2017

La rivalidad que existe entre BMW y KTM por tener en el mercado las mejores máquinas fabricadas en Europa es por todos conocida. Pero ha sido en los últimos 15 años cuando esta silenciosa guerra ha provocado que los equipos de desarrollo de las marcas se expriman al máximo para tener las motos más eficaces y técnicamente más sofisticadas en la calle antes que el otro.

Uno de los episodios más apasionantes de la historia del enduro, y tal vez más desconocido para el gran público, es la guerra sin cuartel que se vivió entre los años 2005 y 2007. Tras la desaparición en 2003 de las grandes bicilíndricas del Dakar (recordemos que Meoni ganó en 2002 con una KTM LC8 950R) las tendencias cambiaron también en el mercado, donde empezaron a racionalizarse las motos off road.

BMW abre la brecha

Esa tregua duró poco. En 2005 BMW volvió a la carga. Aprovechando la plataforma de su R1200GS y su motor bóxer, sacó al mercado la HP2 Enduro. Una máquina muy aligerada (190 kg) que se deshacía del Telelever delantero para montar una potente horquilla de 45 mm con rueda 21 pulgadas y que recibía unos ajustes en el desarrollo y el motor (105 CV) para que tuviera una respuesta salvaje. Faltaban dos años para que BMW adquiriera Husqvarna y desarrollara su propia moto de enduro pura, pero para desarrollar bien aquella bestia se rodeó de especialistas como Simo Kirssi, Jimmy Lewis o Chris Pfeiffer para llevarla al límite. El mismo proyecto enamoró a la cúpula de BMW Motorrad al ver que en manos de estos talentosos pilotos la moto podía hacer cosas inimaginables para el resto de mortales. Así, decidieron inscribirse durante tres años en decenas de carreras donde no era nada habitual ver motos mastodónticas competir con las livianas motos de enduro. Un gasto no previsto en el departamento de competición pero que sin duda llevaba a la marca a conquistar nuevos mercados. 

Gio Sala vs Simo Kirssi

Como era lógico aquel mismo año KTM desnudó su maxitrail 950 Adventure, la despojó de todo lo superfluo y creó la moto de enduro más salvaje jamás fabricada: 950 Super Enduro R. Un bicilíndrico de 98 caballos, con suspensiones WP de 48 mm, 190 kg de peso y unas cualidades off road sorprendentes gracias a su chasis multitubular. Fue presentada en el EICMA de Milán ese mismo año. El mismo Giovanni Sala se encargó de cabalgar aquel demonio y pilotarlo como si fuera una extensión de su cuerpo en la fase de desarrollo. El pluricampeón mundial sabía que la moto estaba a la altura de la HP2 y no dudó en aceptar el reto de que le propuso KTM.

Por la mina a más de 200 km/h

Cuando las dos motos se presentaron  crearon una expectación enorme. Los lectores y clientes de las marcas estaban ansiosos por probarlas, aun sabiendo que jamás podrían domarlas. Pero antes había un duelo que había que saldar. ¿Cuál ganaría en un enfrentamiento de igual a igual?

Como no podría ser de otra manera escogieron como escenario el Erzbergrodeo. La prólogo de dos días de la carrera era idéntica a hoy. Una ascensión a la mina de Eisenerz gas a fondo durante más de 13 km.

Era el año 2005 y las motos apenas estaban probadas y desarrolladas, y en este caso BMW llevaba la delantera ya que la KTM era aún prototipo y no saldría al mercado hasta 2006. Igualmente ambas marcas llegaron con todo su despliegue para resolver las dudas. Sala vs Kirssi, KTM vs BMW. Había mucho más en juego que la gloria de la victoria…

Aquel ascenso fue una auténtica locura llegando a alcanzar los 200 km/h por las pistas de tierra. Fue Simo Kirssi el más osado y rápido parando el crono en  9 minutos 2 segundos. Un tiempo que batía todos los récords incluso por delante de las motos de enduro con los kits de desarrollo cambiados. El dakariano Jimmy Lewis y el stuntman Chris Pfeiffer quedaron 2 º y 3º respectivamente con sendas BMW HP2, dejando a Gio Sala a 3 segundos del podio. Pleno absoluto para la casa alemana y un aviso a KTM que sabía que su moto podía hacerlo mejor.

La revancha

Durante todo ese año KTM siguió evolucionando la 950 Super Enduro R en manos de Sala y anunció su debut oficial en el Erzberg 2006, lo de 2005 fue un ensayo general. Un año muy especial porque el evento cada vez tenía más renombre y acudieron figuras internacionales de la talla de Travis Pastrana o Jeremy McGrath, además de ilustres endureros y trialeros como era habitual. De hecho ya estaba por allí Graham Jarvis inscrito con Sherco…  Pero por alguna razón los focos estaban puestos en el duelo de bicilíndricas que en 2006 era ya oficial. Y no era para menos.

KTM llamó a filas a David Knight, por aquel entonces el piloto más rápido del mundo, Cyril Despres y Marc Coma. Todos ellos en pleno apogeo de sus carreras y con un físico poderoso para poder dar gas sin piedad a la 950. “Aquello fue una auténtica locura, nos citaron una semana antes a Despres y a mí para hacer unos test a la moto y nos comunicaron que debíamos disputar la prólogo y hacerlo lo mejor posible. Aquellas motos corrían muchísimo, pero iban de maravilla, no lo dudamos y allí nos plantamos. Para KTM era muy importante esa carrera”, nos contaba Marc Coma.

 

En la prólogo la locura volvió a llegar y se bajaron los tiempos una vez más. ¡Simo Kirssi paró el crono en 8 minutos 56 segundos! Llevándose la victoria en la clasificación scratch válida para el día siguiente, donde los 1000 primeros desafiarían a la mina. Despres era tercero… Pero no estaba todo dicho.

Como David Knight también corría con la moto de enduro (KTM 300 EXC) tuvo que hacer la prólogo con esa moto para clasificarse (fue 5º). Al día siguiente Knight ganó la carrera Hare Scramble por segundo año consecutivo dando un recital de poderío. Por eso motivo se inscribió en la categoría de Dos Cilindros para hacer el ascenso el sábado. El de la Isla de Man rompió todos los cronos con un tiempo de 8 minutos y 52 segundos. La KTM 950 Super Enduro R fue la más rápida. En Mattighofen respiraron tranquilos. Misión cumplida. “Aquel duelo fue algo realmente divertido y también peligroso, por eso me gustó tanto. Ganar la prólogo con la 950 y el Erzbergrodeo al día siguiente con la 300 2t fue increíble”, afirma Knight.

Cuando Sala asombró al mundo

La mañana del domingo de la edición 2006 en la primera línea de parrilla estaban junto a los astros del enduro y sus ligeras monturas las dos mastodónticas HP2 y 950 Super Enduro R. Esta vez iban a intentar acabar la carrera. Una gesta que se sabía ya imposible, los especialistas decían que como mucho llegarían al sector 3…

El seis veces campeón del mundo de enduro, Gio Sala, se puso los galones y cuando Karl Katoch dio el banderazo de salida el italiano voló. Se puso en los primeros lugares rivalizando con los aspirantes al podio y sus enduro tradicionales. Fue pasando check point tras check point ante el asombro de jueces, rivales y espectadores. No podían creerlo. Gio fue capaz de llegar a la sección 9 muy cerca ya de la meta. El ascenso a partir de ahí era más que imposible para una moto de casi 200 kg y dimensiones gigantestas. Nadie nunca había llegado, ni actualmente siquiera, tan lejos con una bicilíndrica en esta prueba. Épica pura. 

Gio Sala: “Para KTM era una carrera muy importante. BWM había venido a desafiar a la marca en su propia casa por lo que ganar era vital. Probamos muchas configuraciones para la moto y mi mecánico Manfred sabía que la clave estaba en la tracción. Descartamos el motot LC8 del Dakar era demasiado salvaje y dejamos el de serie. Pasé desde el lunes caminando el recorrido y estudiando donde podía frenar más tarde y abrir gas sin perder tracción. Frenar a más de 172 km/h no era fácil. Para buscar la máxima estabilidad redujimos el depósito de gasolina y desplazamos el de aceite debajo del asiento para centrar las masas. La historia de la prólogo ya la conocéis pero la carrera era otra guerra. Simo Kirssi era más joven y fuerte y estaba muy motivado. A pesar de la tensión entre nosotros había buen rollo. Dieron la salida y llegué en el grupo de cabeza a la primera subida a más de 120 km/h. Tenía el OK de la cúpula de KTM para poder “demoler” la moto en la carrera. Durante los primeros controles me mantuve con el grupo de cabeza, pero en las secciones más técnicas Knight y compañía s eme escaparon unos minutos. Me quedé en el segundo grupo con McGrath, que estaba debutando en la prueba. “Estás loco” me dijo desde su ligera CR 250. Seguí avanzando y ni siquiera KTM pensaba que podría llegar tan lejos y no habían preparado un refueling tan arriba. Me quedé sin gasolina, ¡por eso no pude continuar! Vinieron a buscarme y tardé 4 horas más en llegar al paddock donde ¡tuvieron que pagar varias rondas de cervezas! Nadie podía creerlo”. 

Al año siguiente volvieron a enfrentarse y Kirssi volvió a ganar la prólogo, pero el duelo mediático ya había perdido fuelle. Knight fue más rápido pero al puntuar las dos pasadas la gloria se la llevó el finlandés y BMW ya que el inglés falló en una de las subidas.

Así acaba esta historia de bicilíndricas endurera en competición… Pero las motos estuvieron en el mercado unos años más e incluso KTM hizo una edición especial Erzberg de su modelo. Pero, como era lógico, las ventas no acompañaron y ambas marcas dejaron de producirlas. La lucha se trasladaba a otros segmentos… Esa ya es otra historia.

 

 

 

 

 

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