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Prueba Ducati Streetfighter V2: digna heredera

Prueba Ducati Streetfighter V2: digna heredera

Lo último de Ducati son sus poderosos motores V4, pero hay tradiciones que deben permanecer y los motores V2 son toda una seña de identidad en la marca italiana

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Mariano Urdín
Javier Martínez
03/03/2023
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Mariano Urdín
Javier Martínez

03/03/2023


ASPECTOS POSITIVOS

Precisión, estabilidad y frenada
Electrónica muy completa
Divertida de pilotar con estética irresistible

ASPECTOS NEGATIVOS

Funcionamiento en ciudad poco agradable
Sin nivel de combustible
Sin llave de proximidad (por ese precio...)

Cilindrada

955cc

Motor

2 cil. EFI DOHC

Potencia

153 CV a 10.750 rpm

Peso

208kg

Carnet

A

Precio

19490 €

Ver ficha técnica completa

Ducati es especial: los chasis multitubulares, la distribución desmodrómica, los motores bicilíndricos en V... siempre han estado en el ADN de las deportivas de Bolonia. El progreso es imparable en el mundo de la competición y los ingenieros italianos se dieron cuenta, hace pocos años, que dos cilindros no eran suficientes para construir una deportiva que fuera capaz de ganar Mundiales de Superbike. También se habían dado cuenta antes, que una estructura de aluminio con el motor auto-portante, hacía mejor su trabajo que sus tradicionales chasis de tubos de acero soldados. Ahora me pregunto ¿qué pasará con su exclusiva distribución desmodrómica? En la Multistrada V4 ya ha desaparecido, pero es algo que no puedo predecir y personalmente me gustaría que continuaran trabajando en ella y perfeccionándola muchos años más para sus deportivas... Mientras tanto, aquí tienes la última de una gloriosa extirpe de bicilíndricas deportivas, en este caso sin carenado: la Streetfighter V2.

Prueba Ducati Streetfighter V2: digna heredera

Ducati Streetfighter V2

Ducati, tras renovar su gama por la parte alta con los motores V4 más grandes y potentes, comenzó la actualización del siguiente peldaño evolucionando el motor “Testastretta” para convertirlo en el actual “Superquadro” de 955 cc que monta esta Streetfighter y también la Panigale V2. Es un propulsor con un diseño bastante radical, aunque por otro lado, el departamento técnico de Ducati se ha esforzado en ofrecer un motor con un amplio espectro de usuarios, limitando un poco su posible potencia máxima pero con un funcionamiento vigoroso a medio régimen y unos bajos que no hagan maldecir al conductor. Este punto lo explicaré unos párrafos más adelante.

La Streetfigther es un modelo nuevo del 2022 que viene homologado con la normativa Euro5, la potencia nominal declarada es de 153 CV a 10.750 rpm, la misma que la Panigale V2. En la parte ciclista también comparte tecnología con su hermana más deportiva e incluso con las V4 de mayor cilindrada. El bastidor como tal no existe, sino que el conjunto lo forman una estructura superior de aluminio, con forma más o menos de cajón, que se ancla a las culatas. En él se integra toda la pipa y columna de la dirección y además sirve como caja de resonancia del filtro de aire. La parte posterior es otra estructura que se atornilla al carter-motor y es la encargada de soportar la silleta del conductor y pasajero y el basculante monobrazo de la suspensión trasera cuyo eje traspasa el cárter de lado a lado de forma transversal. Todo esto consigue un conjunto bastante compacto y un peso total contenido, 178 kg en vacío que sube a 208 kg con el depósito de combustible lleno.

En cuanto a sus componentes, encontramos una horquilla delantera invertida Showa BPF de 43 mm de diámetro y 120 mm de recorrido, que al igual que el amortiguador trasero Sachs tienen regulación en todos sus parámetros. Los frenos pertenecen a la marca Brembo, con pinzas delanteras de anclaje radial y estructura mono-bloque, con la bomba delantera de accionamiento también radial. El basculante trasero (monobrazo por supuesto) tiene 16 mm más de longitud que el de la Panigale V2 para conseguir más aplomo en recta sin la acción de un carenado y el desarrollo final de la transmisión es algo más corto (2 dientes más en la corona trasera) para favorecer las recuperaciones y aceleración. Aunque a decir verdad su velocidad máxima real me ha sorprendido, parece que alcanza los 260 km/h...

Estéticamente es muy parecida a la Panigale V2 pero sin carenado y con manillar más alto y plano, no lleva las “alas” aerodinámicas laterales, pero se pueden instalar como opción. También hay un amplio surtido de otras piezas especiales fabricadas en fibra de carbono. La electrónica brilla a buen nivel, el motor dispone de tres modos de conducción prefijados que se diferencian bastante en sus respuestas, pero además permite regular independientemente cada uno de sus parámetros: el control de tracción, la retención del motor, el control anti-caballitos y el ABS. De esta forma, con un poco de paciencia y dedicándonos un buen ratito a “jugar con los botones”, puedes dejar su configuración totalmente a tu gusto.

Nos ponemos en marcha

Está claro que esta Streetfighter V2 es una naked con clara vocación deportiva, pero no es una loca desbocada, ni un aparato solo para manos expertas: luce unas prestaciones excelentes, pero resulta equilibrada y agradable de pilotar por las vías públicas, sobre todo en nuestras excursiones por carreteras de la sierra. En este ámbito he de reconocer que disfruté de momentos apasionantes pues cuenta con dos cosas que me hicieron la vida muy agradable, unos neumáticos Pirelli Diablo Rosso IV que tienen un “grip” y un tacto extraordinario y el cambio de marchas semi-automático en los dos sentidos para subir y bajar marchas que funciona con una rapidez y precisión encomiables.

La posición de conducción me ha parecido bastante adecuada, el manillar tiene una anchura perfecta y va algo adelantado con lo que deja espacio para moverte con rapidez y sin estorbos. La zona de unión entre el asiento y depósito es muy estrecha, gracias en parte a la estilizada estructura de su motor V2, y esto ayuda a llegar bien con los dos pies al suelo, aunque tu talla no sea precisamente la de un muchacho holandés. Las piernas no van demasiado flexionadas y puedes recorrer muchos kilómetros sin fatiga (yo mido unos discretos 1,70 m), pero otro cantar es el lugar del pasajero. En casa, nadie se atrevió a montar conmigo de paquete…

Para disfrutar de verdad con esta moto hay que salir de la ciudad y dejar pronto las autopistas, su terreno son las carreteras generales y mejor las comarcales de montaña, ahí puedes apreciar sus virtudes, y pronto se dibujará una gran sonrisa dentro de tu casco. Me ha gustado mucho la conexión entre el puño de gas y el neumático trasero, pero hay que procurar pilotar esta moto siempre por encima de 3500-4000 revoluciones, a 6000 te da una buena patada en el trasero que te lanza rápidamente hasta sobrepasar las 9000 y de ahí todavía sigue empujando con energía hasta el corte de encendido que se encuentra algo pasadas las 11.000 revoluciones.

Pero para pilotar con eficacia no hace falta estrujar tanto el motor, con el magnífico funcionamiento de su cambio de marchas y su contundente respuesta entre 6000 y 9500 rpm es mejor cambiar antes a una marcha más y aprovechar ese par. Ese “una marcha más” es algo que siempre me ha gustado de las Ducati…

Su comportamiento dinámico es tan bueno como me esperaba, con la moto sin piloto hay un 52 % del peso en el tren delantero, que cambia a un 48% cuando nos sentamos encima. Esto provoca que no tenga un “feeling” tan rápido como me esperaba en los cambios de dirección, pero sin embargo sí me ha parecido muy estable y bien aplomada en cualquier tipo de viraje. En este sentido me ha gustado mucho el compromiso y no encuentro puntos mejorables si no quiero estropear otros.

Como conclusión, la Streetfighter cumple con nota las expectativas que esperaba de ella y en algunos aspectos las ha superado con creces. Me ha gustado mucho en carreteras de todo tipo, es una auténtica gozada deportiva, pero no me ha gustado en ciudad, no nos engañemos: no es una naked polivalente. Su motor a menos de 3000 vueltas nos recuerda que es un bicilíndrico en V bastante radical, carraspea y se queja en esas circunstancias a no ser que utilices el cambio y el embrague y conduzcas en marchas cortas procurando rodar por encima de esas 3000 rpm. Así era el carácter de las Ducati V2 deportivas de antes, y este motor de ahora ha heredado, aunque en menor medida, ese genio, con todas sus cosas buenas y este “defectillo”.

Y un último apunte: solo se vende en el color rojo Ducati... ¡me gusta!

La moto al detalle...

Cuadro de instrumentos

Ofrece bastante información, pero carece de un indicador de nivel de combustible (solo salta la reserva) y el tamaño de la pantalla se ha quedado a todas luces pequeño

DDA con GPS y accesorios

Como opción tenemos disponible este sistema que registra todos los datos de la moto en nuestras rutas, además de muchos accesorios opcionales, unos puramente estéticos y otros prestacionales, como los sistemas de escape de titanio.

Asiento

Tiene un aspecto excelente, en marcha resulta muy cómodo, permite moverte con libertad y es estrecho en su unión con el depósito de combustible, lo que facilita llegar bien al suelo. Del pasajero mejor ni hablamos.

Chasis

Ducati ha implantado en sus motos este bastidor multi-estructural, con unas piezas tipo monocasco que se atornillan al motor (autoportante) que hace de nexo de unión y da rigidez al conjunto.

Frenos

Brembo con pinzas radiales monobloque y bomba también radial, toda una garantía de efectividad.

Galería de fotos

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