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Prueba Triumph Speed 400 y Scrambler 400 X: el tamaño no importa

Prueba Triumph Speed 400 y Scrambler 400 X: el tamaño no importa

Hemos probado las Baby Triumph: Speed 400 y Scrambler 400 X, las primeras monocilíndricas de la era moderna de la marca británica y para carnet A2

Prueba Triumph Speed 400 y Scrambler 400 X: el tamaño no importa
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Lluís Llurba

14/02/2024


ASPECTOS POSITIVOS

Comportamiento dinámico
Precio asequible para una marca premium
Dos opciones muy diferentes

ASPECTOS NEGATIVOS

Panel LCD poco legible
Vibraciones por encima de 6000 rpm
Piñas de mandos de aspecto pobre

Cilindrada

398cc

Motor

1 cil. EFI DOHC

Potencia

40 CV

Peso

170kg

Carnet

A2

Precio

5395 € / 6095 €

Ver ficha técnica completa

Las Triumph Speed 400 y Scrambler 400 X forman parte de la gama Modern Classics de la marca, clásicas modernas, lo que quizás es un poco oxímoron, pero creo que todos entendemos lo que Triumph quiere decir. Las Baby Triumph me interesaron mucho desde el primer momento que supe del proyecto. Siempre me han gustado las motos retro y ciudadanas, además estos dos modelos tenían el morbo de ser las primeras monocilíndricas de Triumph en más de medio siglo. Desde que John Bloor resucitara la marca en 1983 (parece que fue ayer…), la nueva Triumph nunca había ofrecido un modelo monocilíndrico a sus seguidores. Tanto me interesaba el asunto que vi en directo -via streaming- la presentación de los modelos, un evento que se celebró en India con Nick Bloor (consejero delegado de la marca) y Rajiv Bajaj (responsable de Bajaj) como grandes estrellas.

Prueba Triumph Speed 400 y Scrambler 400 X: el tamaño no importa

Triumph Speed 400 y Scrambler 400 X

Empecemos por uno de los detalles más importantes, la pasta, el parné, las perras, la plata, los cuartos, la guita… La Triumph Speed 400 la puedes adquirir por 5395 euros y la Scrambler 400 X por 6095 euros. Unos precios que las convierten, de largo, en las Triumph más asequibles de la era moderna, y las más pequeñas, de ahí el apelativo de Baby Triumph que les han puesto en el mundo sajón y que, la verdad, nos parece acertado.

Estimamos que los consumos están por debajo de 4 litros si practicamos una conducción relajada y por encima si apretamos el ritmo. Triumph declara un consumo de solo 3,5 litros a los 100 km pero nos parecen cifras que solo se alcanzan en condiciones ideales, en el día a día será algo más. Así que, teniendo en cuenta el consumo teórico, y que el depósito es capaz de albergar 13 litros, tanto la Speed 400 como la Scrambler X tendrían una autonomía máxima de unos 371 km, pero insistimos que estamos hablando de cifras teóricas e ideales.

Rodando por autovías nos sorprendió la alegría del motor, los 120 km/h legales se alcanzan casi sin darte cuenta y si quieres visitar el lado oscuro, basta girar el puño que las Baby Triumph empiezan a acelerar con alegría hasta -potencialmente- meterte en problemas con la ley. No, no son motos lentas, pese a ir empujadas por un sencillo monocilíndrico de 398 cc refrigerado por líquido de unos buenos 40 CV a 8000 rpm y 37,5 Nm a 6500 vueltas.

Ambos modelos vienen con acelerador electrónico, embrague antirrebote, control de tracción y ABS. En la Speed 400 se puede desconectar el ABS y en la Scrambler 400 X, tanto el ABS como el control de tracción, para poder rodar por el campo. La Scrambler tiene un enfoque asfáltico por lo que lo ideal es limitar las incursiones off-road a pistas fáciles. De todos modos, no pensamos que nadie se compre este modelo con la idea de hacer enduro...

Con los pies en el suelo

Lo que sí ofrece la Scrambler 400 X es una posición de conducción más amplia, ideal para pilotos altos como mi compañero Josep Armengol (183 cm) que en las fotos lleva la chaqueta marrón (y lleva la Speed). Si hay algo que detesto en una moto es no llegar con facilidad al suelo. Mido 174 cm y con las 400 de Triumph no he tenido ningún problema en este aspecto. En la Scrambler el asiento está a 835 mm del suelo y en la Speed 400 a 790 mm. La Scrambler no solo tiene el asiento más alto, sino que por el manillar y la posición en general pone al piloto en una posición más desahogada. Por ello nos parece el modelo más apropiado para aquellos que sean altos; en cambio, si los 170 cm de altura son para ti una frontera infranqueable, con la Speed 400 te sentirás mucho más a gusto.

Las dos son estrechas de cintura y, lo dicho, los menos altos se sentirán cómodos en este aspecto. Lo que no es baladí, en especial si tenemos en cuenta que pueden ser usadas por los usuarios del carnet A2 que no suelen tener una gran experiencia. Por dimensiones, peso y potencia los menos expertos no se sentirán sobrepasados por estas 400 pero, por otro lado, aquel veterano que desee una moto urbana con el caché de Triumph y, capaz de salir a carretera, tampoco se sentirá defraudado.

El propulsor es uno de los elementos de la moto que más nos ha gustado, corre mucho, las marchas se engranan con suavidad y ofrece una potencia y un par más que adecuados. A partir de las 6000 vueltas vibra con cierta claridad -es un monocilíndrico después de todo- pero tampoco es algo escandaloso. La manejabilidad y estabilidad del conjunto, junto con la calidad de los cauchos completan unas motos que colmarán las apetencias de los poseedores del carnet A2. El monocilíndrico corta a unas 9750 rpm (es difícil de ver en el panel digital la barra de las revoluciones) que en quinta velocidad son 140 km/h de marcador. En sexta no es fácil llegar al corte de encendido, en torno a las míticas cien millas por hora (160 km/h) indicadas, pero un tramo cuesta abajo nos ayudaría a ello... El desarrollo está pues bien ajustado, tirando a corto.

La Speed 400 calza Metzeler Sportec M9RR en medidas 110/70 R17 y 150/60 R17, mientras que la Scrambler 400 X monta Metzeler Karoo Street en medidas 100/90 R 19 y 140/80 R 17. La llanta delantera de 19 pulgadas supone la mayor diferencia respecto a su hermana. La Scrambler es capaz de rodar por la tierra -de manera limitada- y se siente más off-road, mientras que la Speed 400 sorprende por su agilidad, da la impresión de ser capaz de girar encima de una moneda de un euro. La ligereza de las Baby Triumph es otro aspecto que contribuye a la agilidad, la Speed se queda en 170 kg y la Scrambler en 179 kg (en ambos casos en orden de marcha).

Utilizar neumáticos de calidad es un aspecto que nunca se debe minusvalorar, más bien todo lo contrario. Unas gomas mediocres son capaces de arruinar el comportamiento de cualquier moto. Si los pilotos de MotoGP no disfrutan al final de la carrera del mismo agarre que al principio, imagínate un simple mortal… En este aspecto aplaudimos la decisión de Triumph de emplear neumáticos muy buenos en unas motos que van a precio.

El apartado de frenos las dos utilizan material ByBre (la marca blanca de Brembo), en el caso de la Speed 400 se compone de un disco flotante de 300 mm con pinza de anclaje radial y cuatro pistones, apoyado por unos posterior flotante de 230 mm con pinza de un pistón. La Scrambler 400 X emplea un disco flotante de 320 mm con pinza de anclaje radial y cuatro pistones, además de uno trasero de 230 mm y un solo pistón. Las dos frenan bien, a lo que contribuye también la calidad de los cauchos y la parte ciclo. Hay que tirar fuerte de la maneta y el ABS solo entra si insistes mucho.

Ambos modelos son muy importantes para Triumph, el objetivo es que se conviertan en un éxito de ventas no solo en Europa sino en Asia, en especial en India, que es después de todo el país natal de las Baby Triumph aunque, si no nos equivocamos, también se fabricarán en Tailandia y ensamblarán en Brasil. La marca de Hinckley se apunta a una estrategia utilizada desde hace tiempo por marcas como BMW o KTM, que cuentan con modelos de acceso fabricados en Asia, que no solo les proporciona volumen sino una manera de fidelizar a los jóvenes (y no tan jóvenes).

El panel de instrumentos se compone de un enorme y clásico velocímetro de aguja (¡bien!) y de un panel LCD en blanco y negro no muy legible. La escala de las revoluciones son unas minúsculas rayitas en vertical que son difíciles de apreciar. Las luces son de LED y en la instrumentación no falta una puerto USB-C, algo casi esencial en la actualidad. Lo que no encontrarás es conectividad por medio de Bluetooh.

¿Con cuál que me quedo?

Pues depende, en mi caso, que mido 174 cm y soy muy de asfalto, la Speed 400 se adapta mejor al uso que le voy a dar. Llegados a este punto, hay que hacer una puntualización importante: las dos motos se sienten y comportan de manera muy diferente. Entre la Speed 400 y la Scrambler 400 X hay más diferencias de lo que podría parecer a primera vista. El modelo off-road tiene distinta geometría, escape, recorrido de suspensiones, rueda delantera de 19 pulgadas, freno anterior más grande (320 mm), y mayor distancia entre ejes (1418 mm frente a 1377 mm). Como ya hemos comentado la postura de conducción no tiene nada que ver una con la otra. Así que, si eres de la tribu de los espanta-conejos (lo decimos con respeto), pues la Scrambler es tu Baby Triumph.

Da igual cuál que elijas, te permitirá entrar en el club de la marca británica, y (parafraseando a Casablanca) pensamos que será el comienzo de una bonita amistad.

 

La moto al detalle...

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Motor

El propulsor es el primer monocilíndrico de Triumph de la época moderna, de 398 cc y 40 CV. Corre aunque se notan las vibraciones a partir de las 6000 rpm.

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Suspensiones

Las Triumph 400 tienen un buen comportamiento dinámico en parte gracias a unas suspensiones de calidad, con una horquilla invertida de 43 mm y un monoamortiguador posterior.

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Cuadro de instrumentos

En ambos casos se compone de un enorme velocímetro analógico y un panel LCD en blanco y negro con los parámetros habituales. La línea de las rpm no es muy legible.

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Orientación off-road para la Scrambler 400 X

Las dos 400 son más distintas de lo que podría parecer. La mayor diferencia en la Scrambler es su rueda de 19 pulgadas, además de las suspensiones de mayor recorrido. Lo que le confiere una aptitud más campera.

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Orientación asfáltica para la Speed 400

La Speed 400 está más pensada para el asfalto, con un asiento más bajo y una posición más recogida, por lo que es ideal para los menos altos.

Galería de fotos

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Ildefonso García
Ildefonso García

Tras estudiar periodismo e inglés, en los 80 me publicaron una entrevista con Kenny Roberts y desde entonces estoy en este mundo. Dispuesto a aprender hasta la caída de la bandera ajedrezada.

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