Probamos las Zero SR y DSR: nuevas eléctricas para carnet A2

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Zero en España

En estos últimos 11 años, la firma americana se ha ido posicionando y asentando en nuestro país y en este momento cuenta con 19 distribuidores repartidos por toda la península Ibérica para asegurarse la buena cobertura y servicio en todo el territorio. También es importante reseñar que han alcanzado acuerdos muy importantes con cuerpos estatales, como la Policía Nacional, Seprona, Guardia Civil, Mossos d’Esquadra y policías locales, que confían en Zero Motorcycles para equipar sus flotas y reducir la huella de carbono.

Suavidad de funcionamiento, ausencia de calor del motor, de ruido y emisiones cero, son detalles valorados por estos colectivos como herramientas de trabajo y España se ha convertido en el cliente número uno de Zero Motorcycles en flotas policiales, que se adquieren con fondos de la Unión Europea, con el objetivo de reducir la huella de carbono lo más posible en nuestro entorno.

Gama 2024

Para este 2024 Zero Motorcycles ha renovado su gama, formada ahora por 9 modelos más la versión especial Black Forest, un catálogo que se divide en tres familias y están disponibles para los diferentes carnets de conducir y prestaciones. Todas las motos cuentan con 5 años de garantía con kilometraje ilimitado tanto en componentes como, importante en este tipo de vehículos, en baterías.

La gama S o Street aglutina los modelos naked y la prestacional SR/S. En la gama DS o Dual Sports está formada por las propuestas de aventura, con la DS como modelo de acceso y la versión especial DSR/X Black Forest como tope de gama. Dentro de la familia FX encontramos la FXE, una supermotard de diseño y la FX, una todoterreno ligera.

Las protagonistas: Zero SR y DSR

La SR y DSR son las estrellas de esta presentación, tienen diferentes enfoques pero también comparten muchas cosas que las unen. Los motores no son exactamente iguales, pero las dos albergan en el lugar donde habitualmente se encuentra el depósito de combustible la toma del cargador de corriente y un amplio espacio para llevar objetos personales, el cable para cargar, etc.

Empezaré hablando de la SR, una naked de bonito diseño entre clásico y moderno, de aspecto sencillo y liviano, en la que destacaría su chasis multi-tubular que abraza y sujeta el cajón de las baterías y donde se anclan el resto de los elementos. El amortiguador trasero va muy inclinado en el lado derecho y une directamente el chasis y basculante, en cuyo eje encontramos el motor, que ocupa poco sitio. La transmisión a la corona trasera es por medio de una correa dentada de neopreno, para que su funcionamiento sea tan suave y silencioso como el resto de la moto.

Los hombres de Zero definen este modelo como “la moto que crece contigo” y el motivo es que en principio es una moto destinada para el carné A2, pero una vez adquirida la experiencia suficiente y obtenido el carné A, su potencia y prestaciones pueden aumentar de forma muy sencilla y consigue la homologación pertinente sin ningún problema.

Técnicamente el motor es el F-Force 75-10, con nada menos que 140 Nm de par (una barbaridad) y una potencia máxima puntual de 70 CV, aunque su potencia continua que es en este caso la de homologación A2, se sitúa en 38 CV. Las baterías acumulan 15,6 kWh, que proporcionan una autonomía de 253 km en ciclo urbano. Equipan un cargador integrado de 3,3 kW con un tiempo de recarga de 4,4 horas que se reducen a 1,9 horas con el cargador rápido de 6 kW (ver al detalle).

La nueva electrónica es una de sus novedades, cuenta con cinco modos de conducción (Rain, Eco, Standart, Sport y Canyon) que realmente se notan mucho en la respuesta y el consumo de energía de un modo a otro, y un sinfín de personalizaciones que actúan sobre la entrega de potencia, el control de tracción, retención de motor y freno regenerativo. Dispone de una aplicación propia de Zero que permite monitorear el estado de la moto y personalizar los modos de conducción. Pesa 223 kg, el asiento se encuentra a unos accesibles 787 mm del suelo y la velocidad está auto-limitada a 150 km/h, y cuesta puesta en la calle 18.710 euros.

En ruta por las serpenteantes carreteras del Parque del Garraf, disfruté mucho pilotando esta moto, a pesar de que no es especialmente ligera, es ágil, fácil de pilotar, con un buen reparto de pesos y con una aceleración que te deja “pasmao”. A veces me emocionaba tanto que buscaba la palanca de cambio para subir marchas o reducir y, claro no encontraba nada, pero su motor “gas a fondo” seguía empujando con rabia hasta llegar a su limitación a 150 km/h. En cuanto a la parte ciclo, no tengo nada especial que resaltar ni criticar, evidentemente no es lo último de lo último, pero tiene buena calidad en todos sus componentes (hablaré de ellos un poco más adelante) y se comporta con eficacia y de forma equilibrada.

Zero DSR

Te cuento ahora sobre la Zero DSR. El motor que la impulsa es ligeramente diferente, es el más moderno Z-Force 75-10X, que en este caso entrega 170 Nm de par y mantiene los 70 CV que entrega de forma puntual y su limitación para el A2 en este caso son 44 CV de potencia continua.

A la DSR la definen como “el modelo adventure de Zero Motorcycles destinado a los usuarios con carné A2, la puerta de entrada más aventurera a la movilidad eléctrica”, Personalmente no me veo haciendo dunas y largas travesías por pistas de tierra rotas con esta moto tan elegante, pero sí es cierto que tiene cierto aire trail. Las suspensiones aportan algo más de recorrido, la altura libre también es superior y tiene un frontal funcional, con un carenado que protege bien y una pantalla regulable en altura.

Como su hermana, la transmisión secundaria también es por correa dentada (obra del especialista Gates Belt Carbon Drive) y cuenta con la última versión del sistema operativo Cypher III+ y el Motorcycle Stability Control de Bosch, con un módulo específico para off-road. El peso se sitúa en 242 kg, la altura del asiento es de 828 mm y la velocidad está auto-limitada igualmente a 150 km/h. Cuesta puesta en la calle 19.725 euros. Para algunos usuarios los 828 mm de altura de asiento sean un posible problema para maniobrar, pero hay un modo aparcamiento que permite mover la moto hacia atrás y hacia adelante a una velocidad de hasta 5 km/h. Así que ¡problema resuelto!

En marcha se notan claramente las diferencias entre ambas motos, esta DSR tiene todavía un par motor más demoledor, es de talla más alta, más larga y más pesada, tiene que mover 19 kilos más. Claramente son motos destinadas a diferentes clientes y también me ha gustado su comportamiento, pero de otra manera. Esta es una moto más burguesa, más cómoda y todavía más suave, aunque si abrimos gas a fondo en modo sport, tiene una respuesta endiablada, eso sí hasta llegar a esos 150 km/h de autolimitación. En carreteras viradas me ha gustado su comportamiento aplomado, la noto segura, firme, precisa en cualquier tipo de viraje y frena recta como una vela sin descomponerse. Pero lógicamente, no es tan juguetona y divertida como su hermana SR que parece que la conduces con el pensamiento. En cambio, para viajar y hacer kilómetros por buenas carreteras, autopista o autovía, su comodidad, protección y placer de conducir es, evidentemente, superior.